Los grupos de propaganda se rigen por los siguientes principios:

PRINCIPIO DE AUTONOMÍA: Cada Grupo de Propaganda es independiente entre sí y todos gozan de gran autonomía. No obstante, están sometidos a la autoridad directa del Secretario de Propaganda de la CTC y la indirecta del Secretario General.

El Secretario de propaganda tendrá por misión:

1º.- Facilitar la coordinación de los Grupos de Propaganda.

2º.- Controlar de modo flexible, pero estrechamente, la actividad de los Grupos de Propaganda teniendo en cuenta la fisonomía particular de cada una de ellas.

3º.- Decidir la posibilidad de intercambio de algún miembro con el fin de proporcionar a cada uno el lugar para su mejor desarrollo.
 

PRINCIPIO DE CERCANÍA: Los Grupos de Propaganda deberán formar una comunidad humana, por lo que el principio de cercanía (ya de formación, ya de proximidad física) son importantes. Por eso, los Grupos de Propaganda pueden constituirse en razón a la misma profesión o dedicación de sus miembros (por ejemplo agricultores, o médicos, o abogados); o en razón a la cercanía del domicilio.

Precisamente para favorecer la creación de una auténtica comunidad humana de apoyo son fundamentales las siguientes indicaciones

Estructura organizativa

Debe existir una estructura organizativa para poder incorporar, acoger y encuadrar nuevos interesados, para lo que se debe considerar la creación de grupos de trabajo de un número reducido de cuatro a cinco miembros como mínimo, hasta ocho a diez como máximo (nunca más de 12), unidas por un denominador común donde se desarrolle la actividad tanto de afiliación, como formativa y de acción, encabezada por un responsable y apoyada por un par de miembros previamente:

—porque la probabilidad de homogeneidad del grupo es mayor con seis a ocho personas que con más;

—porque es más fácil de encontrar local para las reuniones (una simple habitación, una mesa y unas sillas son suficientes);

—porque el trabajo es más eficaz, el contacto humano es más fácil y nos conocemos mejor;

—porque la ausencia de una o dos personas se hace sentir muchísimo; donde hay quince o veinte no se nota, donde hay seis u ocho se ve mucho, por consiguiente, los que faltan están obligados con los que asisten;

—porque los errores y equivocaciones, son más fácil de corregir donde hay pocos que donde hay muchos;

—porque los tímidos no tienen motivo para callarse y los más charlatanes se dominan más fácilmente ellos mismos o se les puede dominar.

—porque el trabajo de uno llega a ser el trabajo de todos y la iniciativa es la de todo el equipo.

Periodicidad

Se ha demostrado en todo tipo de organizaciones, aunque pueda parecer algo excesivo, que la periodicidad más efectiva de reunirse es una vez a la semana en día fijo a hora fija. Las ventajas son considerables. Cuando se adquiere la costumbre de tener un día fijo en semana para reunirse, resulta más fácil: nos acostumbramos a reservar este día, preparar a tiempo la reunión y, sobre todo, se hace mucho más difícil aceptar otros compromisos y encontrar justificación para la no asistencia.

Dios creó la semana a la medida del hombre, y de hecho cada día de la semana es algo definido. Psicológicamente es mucho más eficaz decir "el lunes que viene", que decir el día tal del mes tal.

Duración

La reunión no puede ser excesivamente larga, es más debería tener tiempo tasado y ha de estar bien estructurada y definida por el responsable para tratar que se desarrolle adecuada y ordenadamente la actividad en tres partes en tiempos equitativos a saber, formación, afiliación y acción, que deben inter relacionarse.

Atraer nuevos miembros debe ser la ambición, y aún más, la obligación, de todos los miembros de los grupos.

Tipos

Las modalidades son tan amplias, tan libres y flexibles, que cada una puede tener un matiz distinto de otra, con facilidad de adaptación, considerando las inquietudes de sus integrantes y el medio natural donde se desenvuelve, v. gr.:

—Grupos de padres preocupados por el progresismo en escuelas o colegios;

—Grupos de funcionarios o de cuadros de empresas preocupados por ciertas concepciones tecnocráticas que triunfan en Europa y que contaminan las esferas políticas;

—Grupos por ramas: abogados, profesores, médicos, enfermeras;

—Grupos de agricultores sometida a imperativos de los trust;

—Grupos de Estudiantes

—Grupos de vecinos

—etc., etc.

Por ello, todo miembro, y por supuesto todo responsable, debe tener como ambición formar nuevos grupos o células, para lo que es imprescindible la acción de propaganda.

 

PRINCIPIO DE MULTIPLICACIÓN: Según los grupos de propaganda vayan creciendo, los más veteranos del mismo pasarán a constituir nuevos grupos, y así constantemente.

En un primer momento será difícil crear Grupos de Propaganda por ramas o especialidad, por lo que lo más fácil es constituirlos por referencia geográfica. Así lo más correcto es formar Grupos de Propaganda por municipios, y solo en el caso de no haber suficiente número en un municipio hacerlo por comarcas.

No obstante el ideal de estos Grupos de Propaganda es crear una red capilar que se extienda por toda España, y que influya en la vida social y política. Por ello aún dentro de cada municipio lo ideal sería, según aumente el número de Grupos de Propaganda y de miembros de los mismos, ir creando dentro de cada municipio, Grupos de Propaganda de Distritos, luego de Barrios y finalmente por unidades censales, alcanzando en este último supuesto el grado máximo de cercanía.

Así, por ejemplo en Madrid se empezaría por un Grupo de Propaganda Municipal (Madrid 01, ya creado); de ir creciendo se crearía hasta 21 Grupos de Propaganda de Distrito; se ir creciendo se fundarían 119 Grupos de Propaganda de Barrio; y de ir creciendo se crearían hasta 2.419 Grupos de Propaganda de unidades censales. Una vez creados estos grupos el crecimiento se solventaría doblando, o multiplicando los diversos Grupos de Propaganda en sus unidades más reducidas (no superando nunca ninguno los 12 miembros).

 

¿Cómo se desarrollan las reuniones del Grupo de Propaganda?

  1. Oración a San Miguel Arcángel y a la Inmaculada: La nuestra es una lucha contrarrevolucionaria, y por tanto nos enfrentamos al Mal, a los hijos de Lucifer. Por ello buscamos la protección de San Miguel y de la Inmaculada Concepción, que es la que somete finalmente al ángel caído.
  2. Una charla formativa de 30 minutos, bien para exponer las líneas generales de la Revolución y la Contrarrevolución, bien para interpretar la actualidad en clave contrarrevolucionaria.
  3. Una segunda parte de la reunión (30 minutos), para definir acciones (que campañas de propaganda desarrollar, dónde, cuándo).

Estas reuniones semanales se deben completar con «quedadas» para pegar carteles y pegatinas, para buzonear folletos, para atender mesas de propaganda a la salida de determinados eventos culturales, sociales, políticos, e incluso a la salida de las misas dominicales.

Es más, incluso en aquellos lugares en que solo exista un mimbro en el Grupo de Propaganda y por tanto no tenga posibilidad de celebrar estas reuniones semanales, no por ello se debe caer en la ociosidad. Cabe hacer propaganda en las redes sociales, y cabe hacer apostolado entre conocidos y cercanos para llegar a constituir un grupo más numeroso. En cualquier caso, y mientras se consigue este grupo más numeroso convendría, para no sentirse solo, asistir, por lo menos una vez al mes, a la reunión del grupo de propaganda más cercano.